1 de julio de 2025

Aprender a vivir con una silla vacia

Introducción

Cuando alguien que amamos se va, no solo perdemos su presencia: también se rompe algo dentro de nosotros. El silencio pesa, las rutinas cambian, y el corazón tarda en entender que esa persona ya no volverá.

Cuando alguien se va, algo en nosotros cambia

Perder duele de formas distintas. Algunos lloran, otros callan. El duelo no tiene pasos fijos ni tiempos definidos. Lo importante es permitirse sentir, sin culpa ni prisa.

Con el tiempo, el dolor se vuelve más suave. Los recuerdos, aunque duelan, también consuelan. Amar a quien ya no está es una forma de mantenerlo cerca, desde la memoria.

No se trata de dejar atrás, sino de aprender a seguir adelante con amor y gratitud. Porque lo que esa persona dejó en ti, nunca se va del todo.

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