Los lirios (Lilium) han adornado jardines, altares y corazones a lo largo de la historia, cautivando con su belleza y simbolismo. Estas flores, con sus pétalos en forma de trompeta y colores vibrantes, no solo embellecen el entorno, sino que también cuentan historias de pureza, amor y realeza. Desde la antigua Grecia, donde se creía que nacían de las gotas de leche de la diosa Hera, hasta su presencia en las tumbas del rey Salomón, los lirios han sido considerados símbolos sagrados y de nobleza. En la cultura cristiana, el lirio blanco es un emblema de la Virgen María, representando su pureza y gracia.
Pero los lirios no solo son historia y simbolismo; también son plantas bulbosas que requieren cuidados específicos para florecer en todo su esplendor.
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