FAST FASHION
La fast fashion ha transformado nuestra manera de consumir moda, ofreciendo prendas económicas y tendencias que cambian casi semanalmente. Sin embargo, detrás de esa accesibilidad se esconden graves consecuencias ambientales y sociales. ¿Vale la pena pagar tan poco por una prenda si el planeta y miles de trabajadores pagan un precio tan alto?
El costo ambiental: La industria textil es la segunda más contaminante del planeta, responsable del 20% de la contaminación del agua dulce a nivel global. Cada año se producen más de 100 mil millones de prendas, muchas de las cuales terminan en vertederos donde pueden tardar hasta 200 años en degradarse. El poliéster, presente en el 60% de nuestra ropa, libera microplásticos con cada lavado que terminan contaminando los océanos.
Mientras disfrutamos de precios bajos, millones de trabajadores textiles en países en desarrollo laboran en condiciones cercanas a la esclavitud. Incidentes como el colapso del Rana Plaza revelaron la cruda realidad detrás de nuestra ropa barata.
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